El país sudamericano instó a una mayor transparencia y democracia dentro dentro del Consejo de Seguridad
NACIONES UNIDAS.— El embajador venezolano ante Naciones Unidas, Rafael Ramírez, demandó este martes acciones que lleven a una mayor transparencia y democracia dentro del Consejo de Seguridad.
Al intervenir en un debate del órgano de 15 miembros sobre sus métodos de trabajo, el diplomático criticó que a veces se limite la negociación de resoluciones o prolonguen por demasiado tiempo los comités de sanciones, por decisión de unos pocos.
Asimismo, pidió superar la prolongada provisionalidad del Reglamento del Consejo, con la adopción de un texto definitivo que regule su labor y “ponga fin a la exagerada discrecionalidad de sus actuaciones”.
La práctica de este órgano debe fundamentarse en el consenso fruto de las negociaciones, por lo que llamamos a una urgente y profunda democratización de los métodos de trabajo, en aras de la transparencia y la inclusión, dijo.
De acuerdo con Ramírez, no puede perderse de vista que los temas de paz y seguridad preocupan a toda la comunidad internacional, conforme al principio de la igualdad soberana.
En ese sentido, resulta importante que el Consejo realice con mayor frecuencia sesiones abiertas o públicas, en las cuales participen países afectados por sus decisiones, subrayó.
Según el embajador de Venezuela, prueba de las paradojas que se ven fue la no invitación a la Unión Africana a una sesión informativa sobre el Sahara Occidental, en abril pasado.
El diplomático también solicitó que las naciones con aporte de cascos azules a misiones de la ONU tengan la oportunidad de exponer sus criterios en los análisis acerca del empleo de esos contingentes.
Respecto a las relaciones de trabajo del Consejo de Seguridad con la Asamblea General y el Consejo Económico y Social, estimó que deben sustentarse en el respeto a las competencias de cada órgano, sin intromisiones.
La usurpación de funciones y temas por el Consejo genera preocupación en muchos países, sobre todo del Sur.
La reciente resolución 2240 sobre la cuestión de los migrantes, aprobada con la abstención de Venezuela, representa una prueba de la tendencia de tratar asuntos fuera de su competencia, expuso.