
Al iniciar el 2016, una primera manifestación de la ofensiva conservadora e imperialista contra los procesos de unidad e integración regional se ha producido en la IV Cumbre de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), del 27 de enero, realizada en Quito, Ecuador, al impedir los gobiernos aliados a Estados Unidos la adopción de decisiones firmes o, como en el caso del neoliberal jefe de estado argentino Mauricio Macri, decidir no asistir aduciendo motivos de salud cuando unos días antes hizo genuflexiones ante el poder financiero y político mundial en Davos, Suiza.
Se trata de la continuación de las acciones realizadas el pasado año para debilitar los procesos nacionalistas y antiimperialistas a través de millonarias campañas mediáticas como las realizadas en las elecciones presidenciales de Argentina y parlamentarias de Venezuela y de maniobras políticas para desestabilizar al gobierno de la presidenta Dilma…
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