Giordan Rodríguez/Santiago Arde
Mi anfitrión y yo bebemos unas cervezas en un centro gastronómico manzanillero. Un señor, con evidentes problemas psiquiátricos, se acerca a nuestra mesa con la mano derecha extendida. Mi anfitrión le dice con desdén: ¨Oye, aquí no vengas, que te pagué para que pusieras unos carteles y no hiciste nada¨. El señor hace una mueca de lástima, y sigue con la mano extendida. Mi anfitrión saca de su bolsillo un fajo de billetes duros y blandos mezclados, extrae uno blando de diez, y se lo da: ¨Vaya, y la próxima vez, ve a ver si cumples porque si no, nananina¨.
Ver la entrada original 789 palabras más