“Se sabe que al poema del 1810 falta una estrofa y yo, cuando sus verdaderos poetas habían desaparecido, quise escribirla”(…) “A ofrecer vengo nuestros dolores, como en el día del triunfo vendremos a ofrecer en el altar del Padre Americano el fruto de nuestra redención y el brillo y el honor de nuestra historia”.[1]
La Asociación de Cubanas y Cubanos Residentes en la República Bolivariana de Venezuela (.ACCREVEN) saluda al Abril Victorioso y del Poder Popular de Cuba y Venezuela. Es el mes en que ambas naciones hermanas han tenido a la historia y la razón de su lado para llevar a cabo batallas impostergables por la independencia definitiva y el ejercicio pleno de la soberanía. El mes de victorias irreversibles que juntan almas e incendian continentes para escribir con cada llamarada la todavía pendiente y eterna estrofa del poema de 1810.
No nos fue ni será ajena la experiencia histórica que vivimos junto al pueblo venezolano cuando hace quince años, el 11 de abril del 2002, tuvo lugar el golpe de estado orquestado por la CIA, apoyado por el gobierno de los Estados Unidos y aprobado por la administración Bush. Golpe dirigido contra el legítimamente electo Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, quien fue depuesto por una horas, gracias a que el pueblo bolivariano salió de las catacumbas y desbordó las calles, en unidad cívico militar (uno de los principales logros que debe exhibir una Revoluciòn que nace triunfante y garantiza su defensa, resistencia y permanencia sin importar las amenazas).
La Revoluciòn Cubana y su pueblo atesora la experiencia de haberle infringido al imperialismo yanqui hace cincuenta y seis años, entre los días 17 y 19 de abril de 1961, su primera derrota en América Latina en Playa Girón. Gracias a la movilización de nuestro pueblo y su Ejército, bajo la acertada conducción del Comandante en Jefe Fidel Castro, se obtuvo una victoria que advirtió al imperio con todas sus formas de agresión que ¡Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la contienda![2]
Después de la sonada victoria cubana de abril, el imperialismo ha tratado de perfeccionar sus técnicas de ataque y dominación llevando a cabo desde el bloqueo genocida màs largo que se haya conocido hasta las màs deleznables acciones terroristas.
Después del triunfo de Abril del 2002, la Revoluciòn Bolivariana con sus logros sociales nunca ha dejado de estar amenazada, pero la Casa Blanca ha estrenado un inquilino que con sus acólitos han advertido que pese su agenda de guerra convencional y no convencional, pese a la subida de tono de sus amenazas no han podido debilitar y subvertir la voluntad de un pueblo que resiste dignamente, que a todas luces sale victorioso y fortalecido de todas las pruebas. Contrario a las aspiraciones imperiales el legado del Comandante Eterno demuestra su solidez; el liderazgo del presidente Nicolás Maduro Moro crece a nivel local, regional y mundial; la diplomacia Bolivariana y de los pueblos exhibe combatientes de primer nivel que en cualquier escenario, como ocurrió recientemente en la OEA, desmontan con inteligencia y lealtad a la Patria sagrada los funestos planes de agresión y desenmascaran a los traidores ocultos a quienes no les queda otra cosa que hacer el ridículo ante los ojos del mundo tratando de sostener sobre sus hombros los escombros de lo que queda del ministerio de colonias yanquis, de la alianza militar, del aparato de represión contra el movimiento de liberación de los pueblos latinoamericanos[3]. Esto ha provocado que en la agenda de guerra imperial contra la Revoluciòn Bolivariana la desesperación y la violencia sea el primer error en las costuras.
Abril es y será el mes que le recordará una y otra vez a los administradores de la Casa Blanca y sus acólitos que por cada plan golpista planificado y puesto en marcha con afanes imperiales, por cada intento de usurpar las riquezas naturales que reposan en el sagrado suelo de la Patria de Bolívar, borrar de un plumazo los logros de esta Revoluciòn y echar por tierra el ejemplo de vida nueva y esperanza que trasciende fronteras, el pueblo venezolano demostrará que cada once tiene su trece.
ACCREVEN
[1] Martí, José. Carta a Don J. Ramírez. Nueva York.10 de Junio de 1882.
[2] Maceo Grajales, Antonio. El Titán de Bronce.
[3]Castro Ruz, Fidel la Plaza de la Revolución, el 4 de febrero de 1962.