Desde que Beijing lanzó a los cuatro vientos el megaproyecto comercial «La Franja y la Ruta», crecieron las alarmas en Wall Street anunciando la ruina que se avecinaba en el imperio, ante el colosal plan de expansión del gigante asiático.
Tras unas tensas semanas, el equipo de Trump ha preferido castigar a los productos chinos con unos aranceles desmedidos, que han merecido ser denunciados ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, antes que sentarse a dialogar sobre las diferencias de criterio entre ambas naciones respecto al comercio mutuo.
El «informe» que la administración estadounidense ha hecho público esta mañana sobre la iniciativa china de La Franja y la Ruta, ha sido rechazado de plano por el gobierno chino.
Más detalles con nuestra corresponsal Isaura Diez desde Beijing.