La opinión especializada del cubanoamericano
Aquí mismo en la Florida, podemos ver a los diferentes campos planeando e ideando estrategias, y los candidatos favorecidos repletan sus fondos de campaña con contribuciones para las guerras que se avecinan. Las batallas que se libren no implicarán necesariamente armas de fuego y bombas, sino ideas y movimientos, partidos políticos y filosofías, y la influencia abrumadora de intereses especiales de este país.
Para los verdaderos progresistas, la batalla parece la maldición de Sísifo. Y a pesar de que soy un firme partidario de nunca decir “nunca”, seguimos siendo rechazados tanto por republicanos como por demócratas. La elección de Barack Obama en 2008 puede ser el ejemplo perfecto. El primer presidente negro, quien había prometido esperanza y cambio, sí alteró algunas cosas, sin duda, pero todo bajo el viejo orden. La crisis financiera y su manejo de la misma, por ejemplo…
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