
El discurso del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas fue un duro golpe para la soberbia de Estados Unidos y sus socios estratégicos en el mundo. Menos de 24 horas después, Washington ha decidido desatar los demonios en contra de la nación suramericana.
Primera parte: de la antesala al conflicto
Durante las primeras horas de la tarde, se ha filtrado a la opinión pública internacional un radiograma, atribuido al Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia, donde se ordena “acuartelar” todas las unidades castrenses de ese país. Una acción que no parece traer buenos augurios.
En paralelo y con una sincronía demasiado sospechosa, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprueba una resolución que insta a Venezuela a “permitir la entrada de ayuda humanitaria”.
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