Desde CubaHora
Con el aumento de la conectividad a Internet en el país, se escucha a menudo decir por la calle: «lo vi en Facebook«, «me enteré por Facebook». Y es que los contenidos se propagan rápido en las redes sociales, se comparten noticias con facilidad. De un grupo de amigos pasa a otro y se van expandiendo, o se descargan y se intercambian por teléfonos móviles o por memorias flash, como se distribuyen mayormente otros productos comunicativos.
Es como el chisme del barrio, pero en su variante 2.0. Esta situación aparentemente no parece perjudicial. Entre más personas se enteren de algo, mejor, algunos pensarán. Sin embargo, da lugar a que noticias intencionalmente falsas se divulguen y desinformen a la población.
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