Por Ricardo Estevez (Colaborador de Miradas Encontradas)
La renuncia de Nikki Haley ante Naciones Unidas ha tenido un alto impacto a nivel internacional. Para muchos ha sido una gran sorpresa, pues Haley fue una cómplice leal a su presidente Donald Trump como su representante permanente ante la ONU, desde donde mantuvo un discurso agresivo contra Cuba, Venezuela, Irán y Rusia.
La dimisión de Haley hizo recordar las novelas de misterio en las cuales a punta de pistola el asesino obliga a la víctima a escribir la carta de despedida para que la policía no sospeche de un posible asesinato, pero en este caso no funcionó.
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