Estados Unidos culpable de la inmigración ilegal de latinoamericanos (Parte II y Final)

Por Miguel Angel García Alzugaray
inmigrantes-Estados-Unidos-620x330

 

Para los activistas que hacen voluntariado en defensa de los inmigrantes, sacar provecho económico de ellos es “repugnante”. Pero el negocio de la inmigración ilegal en Texas genera prósperas cárceles y emplea a prestamistas, usureros y abogados de medio pelo.
Desde los últimos meses, Texas ha estado en el centro del escándalo migratorio producido por la política de “tolerancia cero” del presidente Donald Trump, que provocó la separación de más de 2.300 niños de sus familias al ingresar al país ilegalmente o pidiendo asilo.
Más de dos tercios de las detenciones tienen lugar en Texas. En año fiscal 2017, por ejemplo, la patrulla fronteriza aprehendió a 303.916 individuos en la frontera sur. De ellos, 207.693 fueron capturados en Texas, según la oficina de migración ICE.
Por eso Texas tiene, también, la mayor cantidad de prisiones para inmigrantes.
Construido en 1983, el centro de detención en Houston fue la primera prisión privada de la historia moderna de Estados Unidos. Sus dueños, Corrections Corporation of America (CCA), y GEO Group son las dos mayores corporaciones de prisiones en Estados Unidos. Ambas cotizan en bolsa.
CCA (ahora CoreCivic) opera cuatro centros de detención contratados por ICE en Texas. La segunda, GEO, opera tres, más un cuarto en construcción. Las dos tienen más de 120 prisiones cada una en todo el país.
“Apreciamos mucho la continua confianza que muestra hacia nuestra compañía la oficina de Inmigración y Aduana”, dijo el año pasado el presidente de GEO, George Zoley, en un comunicado donde informó de un nuevo contrato con el gobierno federal de 110 millones de dólares.
Según el centro de investigación In The Public Interest (INPI), este esquema provoca que el encarcelamiento masivo por delitos menores -como el ingreso ilegal- sea promovido en la esfera privada.
Ambas corporaciones, “juntas, han gastado más de 10 millones de dólares en candidatos políticos y casi 25 millones en cabildeo desde 1989”, señaló en un reporte de junio.
GEO y CoreCivic sumaron ganancias anuales de 4.000 millones de dólares en 2017, según documentos de las dos compañías.
“Es una industria que da cabida a un lobby a favor de que las sentencias sean más largas (…) y más severas, porque siempre que hay una cama ocupada, ellos hacen dinero”, dijo a la AFP la abogada de migración Jodi Goodwin, que hace voluntariado para la ONG Migrant Center for Human Rights.
Según ICE, en el año fiscal 2017 el promedio de población diaria de inmigrantes era de 30.539 individuos. Este año fiscal, la cifra ya alcanza 50.379.
“Es asqueroso. Es repugnante”, dijo Goodwin.
Los refugios para niños parecen centros de horror y maltratos.
El escándalo de la separación familiar también puso bajo el foco a los operadores privados de los refugios adonde van a parar los niños cuando son separados de sus padres o tutores por las autoridades de frontera.
Hay 31 centros para niños en Texas, según el Texas Tribune. Estos refugios infantiles están bajo contrato de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).
“Casa Padre”, una ex farmacia Walmart en Brownsville donde viven más de 1.400 varones menores de edad antes de que sean enviados a casas de adopción temporal, es el mayor de los refugios que posee Southwest Key Programs, algunos de los cuales han sido acusados por inspectores estatales de maltratar a los niños.
La revista Bloomberg informó que Southwest Key recibirá del gobierno más de 458 millones de dólares este año.
Pero los prósperos operadores de prisiones y refugios infantiles no son los únicos que se sustentan en la inmigración ilegal.
—¿Inmigrante? 20% para ti—
“Esto es una industria y una industria en alza”, dijo a la AFP el economista William Glade, profesor emérito de la Universidad de Texas. “Considerando la naturaleza de nuestro sistema judicial, esto es una ley de pleno empleo para abogados y usted puede apostar que ellos aprovecharán la oportunidad”.
También es una “buena oportunidad” para otro tipo de trabajadores, añadió.
La pequeña economía de ciudades polvorientas y resecas como McAllen, Hidalgo, El Paso, Laredo y Tornillo, en la inhóspita frontera de Texas con México, también tiene la migración como epicentro: bufetes privados de abogados migratorios y casas de préstamos “sólo con la firma” comparten las calles con tiendas de botas de cowboy y lecturas de tarot.
Por ejemplo, las tiendas de préstamos para pagar fianzas (en inglés, “bail bonds”) abarrotan el centro de El Paso. Estos negocios prestan dinero a los detenidos que no pueden pagar la fianza fijada por el juez para salir en libertad mientras se procesa su caso.
Según contaron los comerciantes, para delitos comunes los agentes de “bail bonds” cobran al acusado cerca del 10% de comisión sobre el valor de la fianza.
Pero cuando se trata de casos migratorios, el precio sube estrepitosamente: Lachica Bonds cobra 20% del valor de la fianza a los extranjeros acusados de entrada ilegal, más 500 dólares por procesar la información.
Y “la mayoría de las fianzas migratorias son de 10.000 y 15.000 dólares, aunque ahorita por ejemplo tengo una de 25.000”, dijo a la AFP una empleada que pidió no ser identificada.
Luego, cuando los inmigrantes son liberados, deben llevar una tobillera electrónica que monitoriza su ubicación.
Estas tobilleras son vendidas a las autoridades por BI Incorporated, parte de la corporación GEO Group.
El gobierno de los EEUU culpable de la inmigración ilegal
Los movimientos migratorios hacia Estados Unidos han sido parte de la proyección propagandística del ” Sueño Americano”, del cual personas con un afán de aventura, oportunidad o necesidad financiera han partido hacia ese país, esperanzados por obtener satisfactores económicas que les permitan el sustento familiar.
Pero hay otra cara de la historia -la gente se va de América Latina porque la vida no puede ser más difícil.
La inmigración centroamericana ha tenido como causas principales la falta de desarrollo económico sostenido; la inestabilidad socio política; las guerras civiles y los desastres naturales.
La pobreza y las crisis financieras recurrentes conspiran para hacer que la vida latinoamericana sea más difícil que en EE.UU.
Vivir en el lado norte de la frontera Estados Unidos-México, es fácil de ver desde América Latina como otro mundo, aislado de los Estados Unidos. Pero la verdad es que el gobierno de EE.UU. ha hecho que históricamente la vida en América Latina sea más difícil, al derrocar a gobiernos elegidos democráticamente, financiar atrocidades y empujar políticas comerciales que socavan las industrias latinoamericanas, asestando fuertes golpes a las economías locales.
Así, con la agudización de las guerras civiles en Guatemala, El Salvador y Nicaragua (1970-1990) fomentadas por los EE.UU. se produce una verdadera diáspora de centroamericanos, siendo los lugares de elección, California, Illinois, New York y Miami.
Una de las razones que llevaron a millones de trabajadores de bajos ingresos a abandonar México en las dos últimas décadas, ha sido la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994. Con el TLC, las importaciones baratas, especialmente productos agrícolas, inundaron el mercado mexicano, dejando a los agricultores y otros trabajadores poco cualificados sin empleo. El TLC es sólo una manifestación de las políticas de libre comercio impulsadas en Washington, que a menudo tienen efectos negativos en los países latinoamericanos.
No por gusto el presidente electo de México, Andrés López Obrador, sugirió que EE.UU., Canadá y su país elaboren un plan conjunto para financiar el desarrollo en las áreas pobres de América Central y el sur de México.
“No queremos acciones temporales porque si no se atiende el problema de fondo, la gente siempre va a buscar la posibilidad de mejorar”, expresó López, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre.
En nuestra opinión, Estados Unidos en vez de levantar muros en las fronteras, agredir a cuanto pueblo trata de ser libre y soberano en el planeta e imponer sanciones y genocidas bloqueos económicos a países como Cuba y Venezuela, debería practicar la verdadera solidaridad humana.
Lo cierto es que mientras los EE.UU sigan sembrando con sus políticas de rapiña imperialista la miseria y la inestabilidad en América Latina y el resto del Tercer Mundo, las caravanas de inmigrantes seguirán el éxodo hacia ese país atraídos por un sueño que además de falso, resulta por desgracia para muchos de ellos con frecuencia una trampa mortal.

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s