Por Marco Velázquez Cristo
En el “paraíso” de la democracia y los derechos humanos, la ejecución de un reo además de practicarse con métodos inhumanos es convertida en un espectáculo.
Diversos medios están publicando la realizada en Tennessee donde Edmund Zagorski de 63 años, solicitó ser electrocutado en lugar de morir por inyección letal, porque según el diario El País sus abogados declararon que él mismo se vio forzado a tomar esa decisión, ya que el cálculo que habían hecho era espeluznante: con la inyección letal podía vivir los últimos 10-18 minutos de su vida en medio de una terrible agonía, mientras que con la silla eléctrica solo sentiría un dolor insoportable durante unos 15 o 30 segundos.
Amplia el medio que en estos momentos los compuestos necesarios para la inyección letal, resultan de dudosa calidad y procedencia debido a que las farmacéuticas dejaron de proveer a las prisiones con…
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