Por Paquita Armas Fonseca
En la magia especial del Hotel Nacional, lugar donde los duendes proliferan en cada diciembre, vi a un hombre alto, con gorra, barbita, asediado por clientes o participantes del 40 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Enfilé los ojos y descubrí a Benicio del Toro, sin pensarlo dos veces me le acerque: “Soy, periodista, te conocí en la Uneac, cómo llegaste aquí”…. “En avión”, fue la respuesta a mi tonta pregunta mientras perdía un ascensor y reía. No me inmute, reí con él y seguí “pero ¿Qué trajiste?”. El volvió a sonreír con malicia, y me dijo “Sicario, que ya viste en el Paquete”. Y subió al ascensor.
Nada de lo que dije fue mentira. Lo conocí hace unos años en la Uneac cuando le entregaron un galardón y entonces fue tan ocurrente como conmigo y en la conferencia de prensa…
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