Virtudes del Interferón cubano utilizado contra el coronavirus

El cigb tiene ante sí el reto de lograr medicamentos innovadores de alto valor agregado con patente 
cubana. foto: Dunia Álvarez Palacios
El CIGB tiene ante sí el reto de lograr medicamentos innovadores de alto valor agregado con patente cubana. Foto: Dunia Álvarez Palacios

Desarrollado en 1986 por un equipo de investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Interferón alfa 2B humano recombinante benefició a miles de pacientes cubanos desde su introducción hace más de tres décadas en el sistema nacional de salud.

El doctor Eulogio Pimentel Vázquez, director general de la entidad perteneciente al Grupo Empresarial BioCubaFarma, expresó a Granma que en el transcurso de seis lustros el producto mostró su eficacia y seguridad en la terapia de enfermedades virales, como las Hepatitis B y C, el Herpes zóster (popularmente llamado culebrilla),  VIH-Sida y Dengue.

Tiene la propiedad de interferir la multiplicación viral dentro de las células y también ha sido utilizado en el tratamiento de distintos tipos de carcinomas.

La elección de las autoridades  médicas chinas para utilizarlo contra el coronavirus, aseveró el doctor Pimentel, obedece a que de manera general este virus disminuye la producción natural de interferón en el organismo humano y el fármaco cubano es capaz de suplir dicha deficiencia, fortaleciendo el sistema inmunológico de los pacientes aquejados por la contagiosa dolencia respiratoria que el mismo ocasiona.

A partir de una transferencia tecnológica hecha por el cigb al país asiático, en 2003 fue creada la empresa mixta chino cubana ChangHeber, con sede en la ciudad de Changchun. Diez años después se inauguró allí una moderna planta, que en la actualidad fabrica productos biotecnológicos creados en la Mayor de las Antillas, incluyendo el Interferón alfa 2b recombinante.

Resulta oportuno mencionar que el medicamento recibió en 2012 el Premio Nacional de Innovación Tecnológica, conferido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y el Premio Nacional de Salud en 2013.

Como información adicional de interés vale destacar que en 2019 la institución terminó la fase de inclusión de pacientes en ensayos clínicos fase ii con el candidato cigb-500, fármaco en desarrollo que muestra indicios  cardioprotectores, y del candidato cigb-845, dirigido a la terapia de enfermedades cerebrovasculares.

Resalta, por su novedad, el inicio de un proyecto investigativo dedicado a la búsqueda de un candidato vacunal contra el Zika, así como la continuidad de los emprendidos con ese mismo objetivo para el dengue y el cáncer de próstata.

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