Tan Leal como tu apellido, así seremos a ti.

Original de Mayda Camacho.

Hoy conocí la triste noticia de la partida de Eusebio Leal Spengler, el Historiador de La Habana, Cuba. Un hombre de mirada tierna, pensamiento profundo, y en extremo sencillo, de voz clara y dulce, que enamoraba cuando contaba la historia de cada personaje o sitio. Sin dudas, un luchador de las ideas que tenía como principal arma: el amor a la Patria y su incalculable conocimiento histórico de la Isla y de Historia Internacional.

Verlo desandar por la capital de los cubanos, en su acostumbrado «Ruta y Andares», llena de orgullo a todos los latinos que nos gusta tocar la Historia con las manos, pues acompañados de ese gigante conocedor era simplemente vivir cada detalle. Porque algo sí tenía él, que trataba con el mismo cariño y dedicación a un Presidente de otra nación que a los transeúntes de a pie, o incluso a los trabajadores involucrados en la restauración de La Habana, por los que se preocupaba con frecuencia.

Incalculables reconocimientos nacionales e internacionales recibió, y jamás ostentó de ello. Su humildad nos obliga a sentirnos más orgullosos, nos reta serlo también y a trasmitir a las próximas generaciones lo que es ser un Hombre íntegro en todos los sentidos, así veo a Leal.

La Patria Grande se viste de luto. Con el compromiso de honrarte estudiando más nuestras historias y ciudades, de ser justos y sencillos y de llevarte donde quiera que estemos HACIENDO REVOLUCIÓN. Eusebio, te digo: gracias por tanta pasión a la verdad histórica! A un hombre como usted no se le despide; en cambio, se le agradece su obra y se sigue su ejemplo.

Gracias, padre de la Historia, los agradecidos te acompañamos!