Tomado de Granma.

«Hoy celebramos un 26 de julio entre nuestros mejores hermanos», hizo notar aquí, ante decenas de compatriotas y lugareños, el jefe de la Oficina de Atención a las Misiones Sociales en Venezuela, Julio César García Rodríguez, a propósito del aniversario 68 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
A cielo abierto en Sabaneta, bajo las matas de mango que le dieron cobija a la niñez de Hugo Chávez, representantes de las misiones cubanas en Venezuela, autoridades locales, y pobladores de esta porción de la patria bolivariana celebraron juntos el Día de la Rebeldía Nacional de Cuba.
En el acto, que tuvo el acompañamiento especial de Hugo de los Reyes Chávez, padre del líder bolivariano, los asistentes palparon realizaciones concretas –unos como protagonistas; otros como beneficiarios–, las cuales confirman lo fecundo de la acción revolucionaria del 26 de julio de 1953.
Se habló de obras tan cercanas como el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) José Gregorio Hernández, que funciona en el corazón mismo de Sabaneta, reinaugurado minutos antes del acto, tras el remozamiento en saludo a la efemérides del Moncada.
«Estaremos aquí mientras sea necesario», dijo en la ocasión Yusleidis Cala Bouza, pinareña que hace 21 meses no ve a su familia. Ella es parte de los 28 colaboradores cubanos de la Salud, en este «Birán venezolano», dicho así por Julio César García Rodríguez, al intercambiar con nuestros profesionales y advertir «el orgullo por trabajar en el barriecito de Chávez».
Al resumir la celebración del 26 de julio en Venezuela, confirmó la existencia de 751 CDI en esta nación sudamericana, atendidos por personal de Cuba. «Ahora son 22 000 nuestros colaboradores aquí», detalló, tras ubicar en 254 000 la cifra total de los que en 21 años de colaboración solidaria han pasado por Venezuela.
Ponderó el orador el hecho de que, desde la irrupción de la COVID-19, personal cubano de Medicina y Enfermería, organizado en 56 brigadas del contingente médico Henry Reeve, ha ayudado a combatirla en 40 países, pese a la situación, que es mucho más difícil para un país enfrentado a un bloqueo oportunista y macabro, cuyo autor le suma peligrosas acciones de desestabilización.
«Para los pobres, los desposeídos, los que luchan y no se rinden, somos el eje del bien», significó el jefe de la Oficina de las Misiones Sociales en Venezuela. «Estamos para servirle como hijos», ratificó, invocando a Martí, y exaltó el gesto recíproco por la parte venezolana que, «también bloqueada, asediada, y en duro combate contra el imperio, es otra vez con nosotros la más solidaria».
Igual lo confirmaron en sus palabras Zenaida Cromato Gallardo, alcaldesa del municipio de Sabaneta, y Argenis Chávez Frías, gobernador del estado de Barinas. Claro y preciso en ese sentido, se mostró el presidente Nicolás Maduro ante las cámaras de Telesur. «Cuba cuenta con el apoyo del mundo; ha despertado con mayor pasión la solidaridad». Lo dijo el conductor actual de una revolución hermanada a la nuestra, reiniciada en el Moncada, 68 años atrás por unos jóvenes cargados de «sueños de justicia para Cuba y para el mundo».